Situación:
pasillo de una oficina con máquina de café, sala de profesores de un centro
educativo, cafetería en frente de la oficina, espacio de fumadores… Es decir,
cualquier lugar donde puedan reunirse varias personas en corrillo. Y justo ahí,
en ese epicentro del universo, una de ellas lanza la bomba: “El otro día me
soplaron que el encargado bebe en su despacho”, “Parece ser que los
informáticos, lo único que hacen, es descargarse películas en el Torrent”, “Me ha contado una de la
segunda planta de marketing que los directivos se van gratis de viajes a costa
de los trabajadores", "El de primaria está de baja por depresión",
“A ese lo van ascender porque es el yerno del primo del hermano del jefe"…
Y la lista de rumores sigue y sigue y sigue y sigue y sigue… y sería un no
parar de rumores hasta el infinito y más allá.
¿Quién
no ha sido testigo del típico "Yo solo cuento lo que he escuchado",
"se dice que", "parece ser que", " he oído"…? Si no
has vivido u oído esto en tu trabajo eres un extraterrestre laboral. Los rumores en las empresas son tan viejos
como la humanidad y su propagación, como si fueran noticias, es tan antigua
como la civilización. Así es como los
define Robert Darnton, profesor de Historia en la Universidad de Princeton.
Durante
más de 5 años de trabajo en diferentes Departamentos de Recursos Humanos, mi
experiencia es que los rumores perjudican
más que benefician a una organización. Lo que dañan sobre todo es el
rendimiento del trabajador o profesional afectado. Pero vamos a repasar las consecuencias negativas que pueden
tener los rumores en las empresas:
-
Genera un ambiente
laboral tóxico en las empresas: Un mal ambiente de trabajo que no permite
pensar en otra cosa que no sea en los que nos han contado y en conseguir
obtener más carnaza de las personas señaladas por el rumor.
-
Disminuye la
producción de los empleados víctimas del rumor: Al sentirse atacados o
calumniados, pueden sentirse desmotivados a la hora de rendir en el trabajo.
Además, puede tener s más graves como aumentar las bajas laborales por razones
psicológicas.
-
Daña la imagen
de la marca, empresa o entidad: Cualquiera de nosotros se negaría a ir a un
lugar de donde se han difundido rumores negativos sobre la organización.
Y
¿qué hacemos con ellos? ¿Los eliminamos con un rifle de precisión, una katana o
traspasamos al rumorólogo con una
flecha cual Légolas de El Señor de los Anillos? Bueno son soluciones ¿no?,
podríamos pensar, un tanto radicales pero soluciones. Eso sí, no son ni las más
legales ni las más efectivas. Existen
varias tácticas para combatirlos tanto en el plano personal como en el profesional.
Rumores
de naturaleza personal
1.
Analiza el rumor
y su integridad. ¿Es
un pequeño rumor? ¿No es digno de tu tiempo? ¿O es un rumor grande que podría
cambiar potencialmente tu reputación?
2.
Responde a un
rumor rápidamente. A
medida que va pasando de boca en boca y de oído a oído, puede ir haciéndose más grande
3.
Reúne pruebas y
ten un caso sólido para refutar o comprobar el rumor. Pregúntale a una
persona neutral o de tu confianza si el rumor es verdad o no lo es. De esta
forma, estarás seguro de lo que se dice y podrás dar respaldo a tu declaración.
4.
Cuenta la
verdadera versión del asunto que ha levantado el rumor con todo aquel que hable
de él.
Esto ayudará a que tus compañeros vean la historia como lo que es, una historia.
Rumores
con naturaleza empresarial o profesional
1.
Analizarlo y
evaluarlo desde el Departamento de Comunicación. ¿Es perjudicial para la
empresa o marca? Si es así pasar a realizar un plan de acción.
2.
Desarrollar un
plan de acción interna para eliminar o mitigar el rumor. Utilizar los
canales e instrumentos de comunicación interna oficiales de la empresa para contrarrestar
el rumor, por ejemplo la intranet, un blog, carteles, un e-mail corporativo o
cualquier herramienta que sirva para difundir información desde la dirección
hasta los trabajadores, pasando por los mandos intermedios
3.
Concertar
reuniones con el departamento o departamentos involucrados. El objetivo de
esta acción es dejar claro con hechos reales y contrastados la falsedad de la
información que está circulando
4.
Si es necesario,
desmentirlo en público.
Lo hará una persona con suficiente relevancia dentro de la empresa y que sea capaz de transmitir una imagen de
honestidad corporativa. Dar este último paso dependerá de la gravedad del rumor
y los efectos que pueda tener en la imagen de la entidad
La
solución para rumores que pueden
destruir tu reputación, el de tu empresa
e incluso ambos, NUNCA es el silencio.
Pero en cambio, ¿qué ocurriría ante un rumor
positivo? ¿Existen? ¿Has experimentado alguno y ha tenido algún efecto?
Cuéntamelo